Por Cristofer Denis | Foto: tuiter

La ‘juve’, a pesar de tener en campo a su multimillonaria contratación -Cristiano-, se quedó fuera de la ronda de semifinales de esta Champions League 18-19.

 

La apertura de la cuenta sería del portugués tras un tiro de esquina que el campeón de Europa cabecea dejando sin chance al portero del cuadro neerlandés cuando el cronómetro marcaba los 27 minutos del partido. A pesar que el referí del partido va a mirar la jugada al VAR tras corroborar que no hubo falta en la acción del gol.

 

Con la cuenta 2-1 a favor de las ‘cebras’, en teoría todo sería fácil. Pero el Ajax sacó el espíritu de Cruyff y Van de Beek anota el empate tras un centro y cabezazo en área pequeña cuando el reloj marcaba los 34 minutos. Llave empatada y empezaba a “nublarse” la noche en el Juventus Stadium.

 

Juventus derechamente la pasaba mal: sucesión de cargas de los holandeses que cortaron entre la defensa y el portero de la ‘vecchia signora’, que pudieron haber sentenciado antes la llave en favor del Ajax. ¿La más peligrosa? A los 62: una tapada de Pjanic practicamente sobre el marco chico empujandola al corner.

 

La hazaña del cuadro holandés llegaría a los 66 minutos, repitiendo la dosis del primer tanto: tiro de esquina y el cabezazo abajo de De Ligt para dejar batido (pero no abatido) a los italianos. 1-2 y la eliminatoria quedaba 2-3 para el Ajax.  Quedaba partido y la juve buscó incesantemente. Cristiano gestionó ataques pero no le resultaron, tanta fue su impotencia, que el propio portugués cometió una falta violenta que solo recibió cartulina amarilla en el adicional.

 

La cosa se pondría densa cuando a los 79 Ziyech anotaba el tercero neerlandés, pero quedaba inhabilitado por posición de adelanto cobrada por el línea. El árbitro consulta al VAR y ratifica la posición de adelanto del autor del tercero en la maniobra previa.

 

Ajax podrá ver con toda calma quien será su rival: Tottenham o Manchester City son los potenciales rivales de este Ajax que, bajo el espíritu de Cruyff, quiere volver a dejar al cuadro de Países Bajos en lo más alto de la élite europea.

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