Por: José Ángel González@poetadelrelato | Imagen: MSN

4 de junio, 2005… Clasificatorias al mundial de Alemania 2006… Tras más de un año sin poder estar en convocatorias por diversas lesiones (desde la victoria 2-0 en La Paz contra Bolivia el 30 de marzo de 2004), volvía Marcelo Salas. “El Matador”  llegaba con cambio de “jefe” en la banca, pues tras el paso de Juvenal Olmos, Nelson Acosta tomó las riendas del combinado chileno por segunda vez.

 

El oriundo de Temuco estaba hace mucho tiempo igualado con Iván Zamorano como goleador de la Selección Chilena (34 tantos cada uno). Era una nueva chance para marcar aún más su nombre con fuego en la historia del fútbol chileno, y todo era preciso… pues el lugar del primer partido de aquella fecha doble era el Estadio Nacional de Chile en Santiago.

 

La marea roja  necesitaba una alegría, ya que hace más de un año que no se podía sumar tres unidades en el certamen clasificatorio (1 de junio de 2004: victoria 1-0 sobre Venezuela en San Cristóbal) y específicamente en el coliseo de Ñuñoa, no se ganaba desde la fecha 2 (9 de septiembre de 2003: 2-1 sobre Perú).

 

Chile llegaba octavo en la tabla y se iba a disputar la jornada 14 de 18. Las chances de clasificar existían, sencillamente era “todo o nada” si se quería mantener el sueño de volver a una cita planetaria.

 

El reloj se aproximaba a la 9 de la noche (hora del partido), el reducto nacional ya contaba con más de 40.000 personas, el ambiente en parte era tenso; pero un poco en confianza de que esta vez si podía ser el momento de obtener una victoria.

 

El encuentro comenzó y el marcador se abrió temprano gracias a un testazo de Luis Fuentes a los 8′; pero pasados los 30 minutos, Sebastián González le “entró” fuerte con una plancha a Ronald García, lo que conllevó a que el delantero chileno viera la cartulina roja en el cotejo y que el mediocampista boliviano tuviera que abandonar el campo.

 

Se veía difícil, pero el combinado nacional no claudicó, viéndose premiado el esfuerzo con una segunda anotación del “flaco” Fuentes a los 34′. Era un partido ingrato para el delantero chileno, pocas pelotas con ventaja y escasas conexiones claras de cara a la portería de Leonardo Fernández.

 

Con el 2-0 a favor terminó el primer tiempo, era alegría momentánea en Santiago y Bolivia se aprestaba a ir con todo aprovechando la ventaja de tener “un hombre más” en cancha. Para ello, hizo ingresar tras el descanso a Juan Carlos Arce en desmedro de Daniel Pachi.

 

Chile buscaba encontrar un nuevo gol y así tener mayor tranquilidad, los esfuerzos de Salas en delantera eran más que plausibles; pero no “caía” en gol y poco a poco el ambiente se volvía más tenso en esa noche de sábado.

 

Poco a poco “El Shileno”  buscaba su gol, teniendo una clara a los 65′ tras una buena combinación de Luis Jiménez con Moisés Villarroel que terminó en pase entrelíneas de este último para el ariete nacional; pero todo quedó en nada gracias al buen achique en la entrada del área del guardameta altiplánico.

 

Pero un minuto más tarde vino el momento para la historia…

Francisco Rojas recibió de Nelson Tapia por el sector izquierdo del mediocampo, este miró y prefirió tocar en paralelo y hacia el centro con Jorge Acuña, este buscó proyectar pero se mostró hacia su diestra David Pizarro y le entregó el balón al “fantasista” . Tras realizar una vista panorámica, decidió abrir hacia la derecha del terreno con el “tata”  Villarroel, avanzó unos metros y por la misma banda; pero pegado a línea, se proyectó “el mago”  Jiménez, Moisés no dudó y le envío el balón “con ventaja”, en la entrada del área recibió el mediocampista, amagó, se llevó puesto a su marcador y metió un pase hacia el punto penal para quien apareció entre los centrales…

 

Justiniano y Raldes no vieron que Marcelo Salas arremetió a toda velocidad, recibió la esférica, y en una suerte de “penal en movimiento” sacó un derechazo que se fue elevando y se caló en el sector izquierdo del portero boliviano. Era el 3-0 y la explosión en el Estadio Nacional, “el matador”  hacía historia, se convertía en el máximo artillero de la selección nacional con su conquista número 35 en el minuto 66′ de partido. La ilusión de decir presente en Alemania 2006 también renacía, la felicidad no cabía en el reducto y un emocionado goleador así lo demostraba en su celebración.

 

Aquel encuentro terminó 3-1 a favor de Chile, el combinado nacional se encaramó hasta el puesto 6 de la clasificación, y Salas quedó una vez más para siempre en la historia de la selección chilena masculina adulta. Un récord que tardó más de una década en ser arrebatado por un jugador que lo idolatraba: Alexis Sánchez.

 

Pero eso último… es otra historia.

You may also like